Cine y Pediatría: “María llena eres de gracia”

El cine colombiano no se ha prodigado en escenarios internacionales. La década de los 90 y el director Sergio Cabrera (La estrategia de caracol, 1993; Águilas no cazan moscas, 1994; Golpe de estadio, 1998) marcan un punto de inflexión. Otros directores colombianos han logrado relevancia en festivales de cine fuera de sus fronteras: Víctor Gaviria (Rodrigo D: no futuro, 1990; La vendedora de rosas, 1998; Sumas y restas, 2005), Patricia Cardoso (Las mujeres de verdad tiene curvas, 2002), Juan Felipe Orozco (Al final del espectro, 2006), Carlos Moreno (Perro como perro, 2008), Simond Brand (Unkown, 2006; Paraiso Travel, 2008), Ciro Guerra (La sombra del caminante, 2004; Los viajes del viento, 2009) o Rubén Mendoza (La soledad del semáforo, 2010), entre otros.

Muchas de estas películas son cine social y testimonial, que nos acerca a tristes realidades de niños y adolescentes con rostros que luchan por sobrevivir en un entorno complicado. Repasaremos algunos títulos en las próximas entradas, como ejemplo de lo anterior.


Hoy centramos nuestra atención en una película llena de revelaciones: María, llena eres de gracia, coproducción entre Colombia y Estados Unidades, que supuso el estreno como director del estadounidense Joshua Marston y de su protagonista, la joven colombiana Catalina Sandino Moreno, quien por este film logró en 2004 el Oso de Plata de Berlín a mejor actriz (premio que compartiría con la actriz sudafricana Charlize Theron por su interpretación en Monster - Patty Jenkins, 2003-) y la nominación al Premio Oscar (que le arrebató Hilary Swank por Million Dollar Baby -Clint Eastwood, 2003-).

Esta joven actriz realiza un trabajo sorprendente, caracterizando a una adolescente de 17 años al borde de la desesperación (tras perder su trabajo descubre que está embarazada) y que intenta conseguir la libertad emocional y económica que tanto anhela; pero que solo consigue convertirse en victima de su propio deseo. La necesidad le lleva a convertirse en transportista ilegal de drogas (una “mula”) de Colombia a los Estados Unidos, utilizando su propio cuerpo. Marston ha intentado con esta película enseñar al mundo entero el drama por el que pasan miles de jóvenes colombianas y latinoamericanas cuando entran al mundo de las drogas, basado en una profunda documentación. En la historia nos muestra varias escenas tensas e intensas: la preparación del viaje, el vuelo, la llegada al aeropuerto, el vacio de las cápsulas, el temor a que estén todas al llegar a Nueva York, etc. El trabajo de Catalina parece más bien vivido y grabado que actuado, con escenas fuertes e intensas reflejadas en una mirada a la vez temerosa y decidida.


La carátula de la película (en la foto) es una provocación (puede verse a la protagonista en actitud de recibir lo que debería ser la comunión, pero que en realidad es algo mucho más siniestro) y un ejemplo de que una imagen vale más que mil palabras, de ahí el juego de palabras del título. María debe ingerir de 62 cápsulas (“pepas”) y si una de ellas se rompe morirá de sobredosis. Una imagen que refleja como los traficantes utilizan estas personas inocentes y necesitadas en un sacrificio ilegal. Película casi-documental, película denuncia, tan deslumbrante como reveladora. Una historia contundente que cuenta un drama real como la vida misma y que separa las penurias de adolescentes del tercer y segundo mundo con los sueños no alcanzados del primer mundo.

LO QUE VIMOS Y LO QUE VEREMOS:

“Los Miserables”.


El film “Los Miserables”, en la excelente versión dirigida por Bille August, e interpretada por Liam Neeson, Geoffrey Rush, Uma Thurman y Claire Danes.

La cinta, ampliamente recomendada, es una adaptación de la monumental obra del escritor romántico francés Víctor Hugo, que explora la condición humana de un pequeño núcleo de seres atrapados en la injusticia social de principios del siglo XIX.

El director, Bille August, logra condensar en una espiral de emociones y sentimientos la historia del ex presidiario Jean Valjean (interpretado por Liam Neeson) y sus encuentros y desencuentros con el despreciable inspector Javert, (Geoffrey Rush). Fantine (Uma Thurman) una prostituta enferma y desgraciada y su hija, Cosette, completan el cuadro trazado sobre la vida del redimido Jean Valjean, su personaje central. “Una historia grande y hermosa como la vida misma, pero también trágica... a veces también como la vida” ha dicho de ella el crítico Juan Velarde.

Para comentar El film, que tiene profundidad, excelentes actuaciones, dirección impecable, guion excelente, y un manejo más que acertado de la escenografía, el invitado de la semana será el cinéfilo y conocedor audiovisual Francisco barajas.

Norwell Calderón Rojas